martes, abril 26

Beatriz Martínez Cerda, nos comparte este editorial de Moisés Naím. Una interesante reflexión sobre el Estado Mexicano actual y la participación ciudadana que se requiere para un verdero cambio.


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Antes: México era percibido como el país latinoamericano con más probabilidades de llegar a ser un país desarrollado. Ahora: es percibido, si no como un Estado fallido, sí ciertamente como una nación en la que vastas regiones e importantes instituciones están controladas por algunos de los criminales más poderosos y crueles del planeta. ¿Qué pasó? La respuesta no concierne solamente a los mexicanos. Estados Unidos y Europa, por ser grandes consumidores de drogas, también están tocados por lo que sucede en México, al igual que el resto de América Latina.

Una respuesta frecuente es que la actual tragedia mexicana es el resultado de décadas de tolerancia frente a los narcotraficantes. Hubo un pacto tácito de no agresión que políticos, gobernantes, medios de comunicación y líderes empresariales mantuvieron con los carteles. Otros argumentan que esto es culpa del presidente Felipe Calderón, quien, sin un plan claro, le declaró la guerra a los narcotraficantes, rompiendo así el equilibrio que mantuvo al país en relativa calma durante años. Otra explicación es que la enfermedad de México es importada: "Son los gringos. Estados Unidos importa la droga, nos genera criminales riquísimos y nos exporta libremente las ametralladoras que nos están matando", me dijo un amigo mexicano. La mala situación económica también es señalada como causa. Es un problema de valores, dicen otros. El presidente Felipe Calderón, por ejemplo, declaró hace poco que hay que seguir combatiendo a los criminales y fortalecer las instituciones, pero insistió en que lo más importante es reconstruir los valores de la sociedad. "Les cuento algo que hace reflexionar", dijo el presidente. "Capturamos un criminal que tiene 19 años de edad y llegó a declarar que él ha asesinado a más de 200 personas".

¿Quién tiene razón? Todos. No hay duda de que, durante décadas, los dirigentes mexicanos sucumbieron a la tentación de creer que su país era tan solo un "lugar de tránsito" entre los productores andinos y los consumidores estadounidenses. La ilusión enmascara el hecho de que los criminales a cargo del "tránsito" se hacen ricos y poderosos e inevitablemente terminan por controlar a políticos, jueces, generales, gobernadores, alcaldes, policías, medios de comunicación y hasta bancos. Además, en todos los países "de tránsito" parte del inventario es consumido localmente y parte de las importaciones es sustituida por producción local. También es cierto que el presidente Calderón "alborotó el avispero" y, al atacar a los carteles, desencadenó esta terrible guerra. Pero igual de cierto es que, de no haberlo hecho, el secuestro del Estado mexicano por parte de los criminales hubiese sido completo. Los feroces críticos del presidente no parecen darle mucha importancia a la urgente necesidad de contener la criminalización del Estado. Según ellos, el precio que ha pagado el país ha sido demasiado alto y los éxitos de Calderón en recuperar las instituciones públicas tomadas por los criminales son limitados y serán, en todo caso, efímeros.

Lamentablemente, muchos mexicanos, espantados por los horrores cotidianos y seducidos por las promesas de un regreso a la calma "si se negocia con los carteles", han abandonado a su presidente. Así, una guerra que ha debido, y debe ser, de toda la sociedad decente se ha convertido en "la guerra de Calderón". Y Calderón no la puede ganar solo. Rescatar para la decencia espacios que ahora están en manos criminales requiere de tiempo, sacrificios y el concurso de todos -políticos y líderes sociales, periodistas y militares, sindicalistas y empresarios, amas de casa y universitarios-. Esta no es la guerra de Calderón; debe ser la guerra de todo México. Pero los mexicanos están agobiados por décadas de frustración económica, expectativas de progreso que no se cumplen y políticos y políticas mediocres. Las estadísticas de asesinatos ocupan, con razón, los titulares.

Hay otros datos sobre México que también son sorprendentes: en el 94% de los municipios del país no hay librerías y el índice de lectores de libros es uno de los más bajos de América Latina. Según la Universidad Johns Hopkins, México tiene uno de los porcentajes más bajos del mundo de población activa ocupada en organizaciones civiles (0,04% en México; más del 2% en Perú y Colombia). Traigo a colación estos datos solo para sugerir que el problema de México y su guerra tiene múltiples ramificaciones que van desde la política de Estados Unidos sobre drogas o venta de armas hasta el consumo de libros o la precariedad de su sociedad civil organizada.

Para todo esto no hay soluciones simples, rápidas y que quepan en un párrafo. Pero la ineludible realidad es que el problema no es del presidente de turno. Es del país.

 
Referencia
Naím, M. ¿Quién perdió a México? en Moisés Naím, Blog. Abril 17 de 2011. Recuperado el 26 de abril de 2011 en http://www.moisesnaim.com/it/node/761

jueves, abril 7

Esta aportación la comparte Cynthia Carvajal Carbajal, alumna de 6to semestre de LMI del Campus Monterrey.


Responsabilidad Social Universitaria (RSU) es un concepto que se escucha cada vez más en las instituciones de educación superior y en discusiones sobre ciudadanía y servicio a la comunidad. En un marco en el que las relaciones entre las instituciones y la sociedad se están transformando, “la universidad, desde su misión académica centrada en la formación e investigación para el desarrollo de conocimientos, está promoviendo una mayor implicación hacia las necesidades de la sociedad, a lo que se denomina responsabilidad social universitaria” (Martí et al. 1). Domínguez la describe como “la capacidad que tiene la Universidad de difundir y poner en práctica un conjunto de principios y valores generales y específicos” (37).

Origen de la RSU
Para entender la RSU, cabe abordar otro concepto similar que le precede: la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Domínguez la define como el conjunto de obligaciones y compromisos que se derivan de los impactos que la actividad de las organizaciones produce en los ámbitos social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos (38). Surge en un contexto en el que la sociedad demanda cambios en los negocios para que se involucren cada vez más en los problemas sociales. Dado que las universidades son también organizaciones que tienen impactos de diversa naturaleza en la sociedad y comunidades, la reflexión sobre responsabilidad social se traslada también al mundo universitario.

Implicaciones de la RSU
Se espera que la RSU “tenga un contenido movilizador, suscite una convergencia entre los actores sociales, contribuyendo a construir un sentido nuevo a la reflexión sobre los temas claves de la comunidad” (Martí et al. 1-2). Para ello, es necesario realizar modificaciones tanto en los programas académicos como en actividades vivenciales. En este sentido, “La proyección social de las Universidades no es sólo una acción externa, sino que tiene incidencia académica a través de la introducción de cambios en el currículo y en las pedagogías… Una mayor pertinencia y un currículo basado en competencias, contribuye a la proyección social al reafirmar saberes prácticos y no exclusivamente teóricos como respuesta a problemas concretos” (Domínguez 44).

Formas de la RSU
Existen diferentes formas en las que una universidad puede ayudar a la sociedad. Domínguez (47-48) las clasifica en cuatro tipos:
1. Promoción de impactos positivo en el entorno inmediato: Implica la creación de centros universitarios al servicio de la comunidad, como clínicas.
2. Promoción de un impacto comunitario: Son actividades a realizar en instalaciones de la comunidad para atender una necesidad del colectivo.
3. Actividades de asistencia técnica.
4. Actividades para el fortalecimiento de instituciones mediante el voluntariado: La universidad se contacta con instituciones en las que alumnos pueden ayudar de forma voluntaria.


Referencias


Domínguez Pachón, María de Jesús. “Responsabilidad social universitaria”. Humanismo y trabajo social. 8 (2009): 37-67. Redalyc. Web. Enero 31 del 2011.


Martí Noguera, Juan J. et al. “Responsabilidad social universitaria: acción aplicada de valoración del bienestar psicológico en personas adultas mayores institucionalizadas”. Polis: revista académica de la Universidad Bolivariana. 18 (2008): 1-13. DIalnet. Web. Enero 31 del 2011.


Vallaeys, François. Carrizo, Luis. “Hacia la Construcción de Indicadores de Responsabilidad Social Universitaria”. Responsabilidad Social Universitaria UDLAP. Universidad de las Américas Puebla, s.f. Web. Enero 31 del 2011 http://sorteoudla.org.mx/rsu/pdf/%202/IndicadoresRSU.pdf

viernes, abril 1

Al inaugurar el Congreso Internacional de Sustentabilidad y Energías Renovables, CISER 2011 organizado por el Tec de Monterrey, Campus Guadalajara, el ex Vicepresidente de Estados Unidos alertó a los más de mil 600 jóvenes de diversas universidades sobre la cada vez mayor cantidad de contaminantes que recibe la atmósfera y que aumentan el calentamiento global. El Congreso finaliza el 2 de abril.


NOTA COMPLETA:
 
El ex vicepresidente de Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz 2007, Al Gore, afirmó que la Humanidad ya experimenta los efectos de la segunda crisis de la atmósfera.


Durante la conferencia inaugural del Congreso Internacional de Sustentabilidad y Energías Renovables, CISER 2011 organizado por el Tec de Monterrey, Campus Guadalajara, el activista recordó que fue el mexicano y premio Nobel de Química, Mario Molina, quien habló de la primera crisis de la atmósfera derivada de la emisión de los clorofluorocarbonos.

Actualmente, dijo Al Gore, la razón por la que la atmósfera es la parte más delicada del sistema ecológico es porque 20 por ciento de los millones de toneladas de contaminantes que emite el ser humano permanece en ésta, lo que es una de las causas que motivan y agravan el calentamiento global.

Refirió también que una de sus consecuencias del maltrato atmosférico en los últimos 30 años es que el porcentaje de agua evaporada en la atmósfera se ha incrementado en 5 por ciento que, aunque suene poco, produce el llamado “efecto bañera”, es decir, grandes periodos de aguaceros seguidos de otros de sequías prolongadas.

El también ganador de un premio Oscar por el documental "Una verdad incómoda", que trata sobre el calentamiento global, dijo que 2010 fue el año más caluroso del que se tiene registro, y con éste se completaron 34 años de forma consecutiva en que la temperatura del planeta estuvo por encima del promedio.

Desafortunadamente hay más, y es que, como humanidad, señaló que nos encontramos en un momento único de la historia por el desmedido crecimiento de la población que ya suma 4 mil millones de personas, lo que ha generado un enorme impacto negativo en el medio ambiente, que se agrava con los avances científicos y tecnológicos que han dando un gran poder a las personas, contribuyendo así con los efectos secundarios al cambio climático.

Al Gore cuestionó que México y Estados Unidos sigan sin superar el uso del petróleo y al carbono y que no hayan trabajado de una manera más fuerte en el aprovechamiento de sus ventajas eólicas y solares, con molinos y paneles como ya lo están haciendo en China, España y Portugal, países líderes en energías renovables.

Cerró su intervención con una invitación a los jóvenes a que colaboren juntos por el bien del planeta convocando a los distintos sectores sociales, económicos y políticos de la región para buscar una solución al calentamiento global.

"Si queremos ir rápido, debemos empezar a caminar; si queremos llegar más lejos, debemos caminar todos juntos", dijo citando un proverbio africano y agregó: "Nosotros necesitamos ir lejos y rápido".

Generar un cambio
Durante la ceremonia de inauguración de ese encuentro el ingeniero Alfonso Pompa Padilla, Rector de la Zona Occidente del Tec de Monterrey felicitó a los alumnos organizadores de CISER. "Es resultado del espíritu emprendedor y del liderazgo de los alumnos del Tec de Monterrey. Tengo que reconocer a los universitarios que hace varios años tuvieron esta iniciativa de generar un proyecto para cuidar su casa, de cuidar su tierra en la que van a vivir por muchos años", dijo.

"Debemos empezar a cambiar como mexicanos y tenemos que empezar a cambiar por nosotros mismos, por eso se generó CISER. Es un proyecto que busca integrar a los diferentes sectores y por eso sus integrantes hemos establecido la ideología de que porque todos somos parte del problema, debemos construir juntos una solución", comentó en su oportunidad Gustavo Bonilla Lara, alumno de la carrera de Ingeniero en Mecatrónica (IMT) y coordinador general de CISER.

A su juicio, resolver la problemática de calentamiento global requiere de igual forma soluciones globales, en las que todos generemos soluciones sociales, económicas, ecológicas y tecnológicas. "No hay otra opción que la unidad nacional e internacional, no existe otro camino que el diálogo entre los diferentes sectores que integran la sociedad y no hay otra elección que la participación total de la ciudadanía", agregó.

Más que un congreso, CISER pretende convertirse en un movimiento para crear una comunidad que trabaje por la sustentabilidad y en la búsqueda y uso de energías verdes y renovables, de igual forma, es una organización incluyente en el que participan universitarios del ITESO, UAG y UdeG, que suman sus propuestas para generar acciones en pro del medio ambiente.

Por ello el Congreso incluye conferencias con especialistas como Edward A. Celarier, del NASA Goddard Space Flight Center; Gary Cook, de Greenpeace Internacional Climate Policy Advisor; Boris Graizbord, Coordinador del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente Lead-MEXICO; Ernestina Torres Reyes, ex Presidenta de la Asociación Nacional de Energía Solar; Beatriz Olivera, Coordinadora de la Campaña Energética de Greenpeace; Juan Rafael Elvira Quezada, titular de la SEMARNAT; Gustavo Alanís, Director del Centro Mexicano del Derecho Ambiental y Claude Ouimet, CEO de InterfaceFloor y Lorie Wigle, VP de Eco Technology de Intel, entre otros.

También se desarrollarán dos paneles, uno de ellos titulado: "Colaboración Internacional para incentivar proyectos de inversión en energías alternas y agricultura sustentable" y el de "Movilidad urbana".

Además hay diversas actividades como la Expo Ambiental, donde empresas, instituciones y entidades gubernamentales exponen ideas de productos orgánicos o biodegradables; el Eco-tianguis, donde productores de Jalisco ofrecen sus productos biodegradables, orgánicos y naturales y los talleres Eco-Prácticos donde se explica cómo cambiar a una vida más ecológica, entre otras cosas. También incluye el ejercicio “Ecolares” donde alumnos de profesional y maestría están concursando con proyectos de investigación o emprendimiento que tengan que ver con los objetivos de CISER, entre otras actividades.

Cabe hacer notar que CISER tuvo su primer congreso en septiembre de 2009, también se verificó en las instalaciones del Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara. La versión 2011 se desarrollará de hoy hasta el próximo sábado 2 de abril en el Campus Guadalajara. Para consultar el programa de actividades ingresar a la página http://www.ciser.mx.

Referencia
VIDA ESTUDIANTIL. EDUCACIÓN. SNC. AGENCIA INFORMATIVA

CON INFORMACIÓN DE TANSANIA LEÓN Y EL INFORMADOR.COM.MX

31.03.2011
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