Esta aportación la comparte Cynthia Carvajal Carbajal, alumna de 6to semestre de LMI del Campus Monterrey.
¿Por qué es importante leer literatura? Con esta pregunta, Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, comenzó el diálogo en el Encuentro con Jóvenes en el Teatro de la Ciudad de Monterrey, el pasado 9 de marzo.
“Yo creo que la primera razón es por el extraordinario placer que nos producen las grandes obras literarias,” dijo Vargas Llosa. “La literatura nos hace vivir experiencias extraordinarias que muy pocas veces la vida real nos concede con la misma intensidad y originalidad.” Sin embargo, más allá del placer del entretenimiento y de conocer a través de la literatura la condición humana en sus múltiples expresiones, una de sus funciones más importantes es promover la actitud crítica.
A continuación se presenta la transcripción de un fragmento del discurso del escritor durante el Encuentro: “Quizá una de las contribuciones mayores que ha prestado la literatura a la humanidad a lo largo de la historia haya sido que la literatura despierta en nosotros un espíritu crítico frente a la realidad y al mundo en que vivimos,” señaló el Premio Nobel.
Según Vargas Llosa, la literatura permite entrar en contacto con sociedades ficticias que en cierto punto olvidamos que son ficción y apreciamos la belleza de su construcción donde incluso lo negativo está en armonía con lo bello. Cuando terminamos de leer y regresamos a nuestra realidad, debemos enfrentarnos a la sociedad propia. “Inevitablemente, a veces sin proponérnoslo establecemos una comparación y descubrimos siempre que el mundo que somos capaces de soñar, de inventar es siempre más rico, más intenso, más bello que el mundo en que vivimos,” explica el autor. Esta experiencia genera lo que el Premio Nobel señala como un “malestar”, una actitud crítica y insatisfacción debido a la comparación del mundo real con el bello universo de la literatura.
“Eso hace que un buen lector de literatura, un lector profundamente impregnado de buena literatura, sea siempre inevitablemente un crítico de la realidad, alguien que mira el mundo que lo rodea como algo que es incapaz de satisfacer todos los anhelos de los que estamos impregnados los seres humanos,” dijo Vargas Llosa.
“Ese tipo de lector,” agregó, “que es un ciudadano crítico del mundo en el que vive, es un ciudadano mucho más difícil de manipular, de engañar que un lector que no ha pasado por aquella experiencia enriquecedora de la sensibilidad y la imaginación a través de la literatura.”
El escritor explicó que en los regímenes autoritarios, con un alto grado de control de sus ciudadanos, lo primero que se ha hecho es establecer mecanismos de censura “para ese quehacer aparentemente tan inofensivo como es el e inventar,” dijo. “No hay dictadura en la historia, sea de izquierda o de derecha, que no haya intentando inmediatamente establecer sistemas de censura para controlar esa operación aparentemente tan inofensiva como soñar con otra vida y convertirla en una realidad pasajera a través de los libros,” expresó.
“Todas las dictaduras han tenido, yo creo, una intuición bastante exacta de una de esas consecuencias que tiene siempre la buena literatura en una sociedad,” señaló el autor, “crear ciudadanos con espíritu crítico, crear ciudadanos a los que la buena literatura ha enseñado que el mundo real está mal hecho, que el mundo real está por debajo del mundo que nuestros anhelos, sueños, nuestros ideales y nuestros deseos quisieran tener.”, enfatizó el Nobel de Literatura 2011.
Y después remarcó: “Una sociedad libre, una sociedad democrática aspira a tener ciudadanos comprometidos con la vida pública, con la vida cívica, que participen activamente en el funcionamiento de las instituciones de toda la sociedad. Y creo que no hay mejor garantía de que una sociedad evoluciones que aquella que está sometida siempre a visión y actitud crítica de parte de sus ciudadanos.”
En otras palabras “Ese es un motor que constantemente nos obliga a revisar lo existente para adecuarlos mejor a nuestras expectativas y a nuestros sueños. Y no existe, yo creo, nada que atice más este mundo de deseos, de insatisfacción, de anhelos que la realidad no puede satisfacer que la literatura,” afirmó.
“Por eso es que yo creo que una sociedad que aspire a ser libre, que aspire a mantenerse permanentemente sometida a una visión crítica, una sociedad por lo tanto expuesta a enmendar sus errores y adecuarse constantemente a lo que son las aspiraciones siempre cambiantes de una comunidad, debe ser una sociedad de lectores de buena literatura.”, dijo el peruano.
¿Por qué es importante leer literatura? Con esta pregunta, Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, comenzó el diálogo en el Encuentro con Jóvenes en el Teatro de la Ciudad de Monterrey, el pasado 9 de marzo.
“Yo creo que la primera razón es por el extraordinario placer que nos producen las grandes obras literarias,” dijo Vargas Llosa. “La literatura nos hace vivir experiencias extraordinarias que muy pocas veces la vida real nos concede con la misma intensidad y originalidad.” Sin embargo, más allá del placer del entretenimiento y de conocer a través de la literatura la condición humana en sus múltiples expresiones, una de sus funciones más importantes es promover la actitud crítica.
A continuación se presenta la transcripción de un fragmento del discurso del escritor durante el Encuentro: “Quizá una de las contribuciones mayores que ha prestado la literatura a la humanidad a lo largo de la historia haya sido que la literatura despierta en nosotros un espíritu crítico frente a la realidad y al mundo en que vivimos,” señaló el Premio Nobel.
Según Vargas Llosa, la literatura permite entrar en contacto con sociedades ficticias que en cierto punto olvidamos que son ficción y apreciamos la belleza de su construcción donde incluso lo negativo está en armonía con lo bello. Cuando terminamos de leer y regresamos a nuestra realidad, debemos enfrentarnos a la sociedad propia. “Inevitablemente, a veces sin proponérnoslo establecemos una comparación y descubrimos siempre que el mundo que somos capaces de soñar, de inventar es siempre más rico, más intenso, más bello que el mundo en que vivimos,” explica el autor. Esta experiencia genera lo que el Premio Nobel señala como un “malestar”, una actitud crítica y insatisfacción debido a la comparación del mundo real con el bello universo de la literatura.
“Eso hace que un buen lector de literatura, un lector profundamente impregnado de buena literatura, sea siempre inevitablemente un crítico de la realidad, alguien que mira el mundo que lo rodea como algo que es incapaz de satisfacer todos los anhelos de los que estamos impregnados los seres humanos,” dijo Vargas Llosa.
“Ese tipo de lector,” agregó, “que es un ciudadano crítico del mundo en el que vive, es un ciudadano mucho más difícil de manipular, de engañar que un lector que no ha pasado por aquella experiencia enriquecedora de la sensibilidad y la imaginación a través de la literatura.”
El escritor explicó que en los regímenes autoritarios, con un alto grado de control de sus ciudadanos, lo primero que se ha hecho es establecer mecanismos de censura “para ese quehacer aparentemente tan inofensivo como es el e inventar,” dijo. “No hay dictadura en la historia, sea de izquierda o de derecha, que no haya intentando inmediatamente establecer sistemas de censura para controlar esa operación aparentemente tan inofensiva como soñar con otra vida y convertirla en una realidad pasajera a través de los libros,” expresó.
“Todas las dictaduras han tenido, yo creo, una intuición bastante exacta de una de esas consecuencias que tiene siempre la buena literatura en una sociedad,” señaló el autor, “crear ciudadanos con espíritu crítico, crear ciudadanos a los que la buena literatura ha enseñado que el mundo real está mal hecho, que el mundo real está por debajo del mundo que nuestros anhelos, sueños, nuestros ideales y nuestros deseos quisieran tener.”, enfatizó el Nobel de Literatura 2011.
Y después remarcó: “Una sociedad libre, una sociedad democrática aspira a tener ciudadanos comprometidos con la vida pública, con la vida cívica, que participen activamente en el funcionamiento de las instituciones de toda la sociedad. Y creo que no hay mejor garantía de que una sociedad evoluciones que aquella que está sometida siempre a visión y actitud crítica de parte de sus ciudadanos.”
En otras palabras “Ese es un motor que constantemente nos obliga a revisar lo existente para adecuarlos mejor a nuestras expectativas y a nuestros sueños. Y no existe, yo creo, nada que atice más este mundo de deseos, de insatisfacción, de anhelos que la realidad no puede satisfacer que la literatura,” afirmó.
“Por eso es que yo creo que una sociedad que aspire a ser libre, que aspire a mantenerse permanentemente sometida a una visión crítica, una sociedad por lo tanto expuesta a enmendar sus errores y adecuarse constantemente a lo que son las aspiraciones siempre cambiantes de una comunidad, debe ser una sociedad de lectores de buena literatura.”, dijo el peruano.