jueves, marzo 17

Esta aportación la comparte Cynthia Carvajal Carbajal, alumna de 6to semestre de LMI del Campus Monterrey.

¿Por qué es importante leer literatura? Con esta pregunta, Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, comenzó el diálogo en el Encuentro con Jóvenes en el Teatro de la Ciudad de Monterrey, el pasado 9 de marzo.

“Yo creo que la primera razón es por el extraordinario placer que nos producen las grandes obras literarias,” dijo Vargas Llosa. “La literatura nos hace vivir experiencias extraordinarias que muy pocas veces la vida real nos concede con la misma intensidad y originalidad.” Sin embargo, más allá del placer del entretenimiento y de conocer a través de la literatura la condición humana en sus múltiples expresiones, una de sus funciones más importantes es promover la actitud crítica.

A continuación se presenta la transcripción de un fragmento del discurso del escritor durante el Encuentro: “Quizá una de las contribuciones mayores que ha prestado la literatura a la humanidad a lo largo de la historia haya sido que la literatura despierta en nosotros un espíritu crítico frente a la realidad y al mundo en que vivimos,” señaló el Premio Nobel.

Según Vargas Llosa, la literatura permite entrar en contacto con sociedades ficticias que en cierto punto olvidamos que son ficción y apreciamos la belleza de su construcción donde incluso lo negativo está en armonía con lo bello. Cuando terminamos de leer y regresamos a nuestra realidad, debemos enfrentarnos a la sociedad propia. “Inevitablemente, a veces sin proponérnoslo establecemos una comparación y descubrimos siempre que el mundo que somos capaces de soñar, de inventar es siempre más rico, más intenso, más bello que el mundo en que vivimos,” explica el autor. Esta experiencia genera lo que el Premio Nobel señala como un “malestar”, una actitud crítica y insatisfacción debido a la comparación del mundo real con el bello universo de la literatura.

“Eso hace que un buen lector de literatura, un lector profundamente impregnado de buena literatura, sea siempre inevitablemente un crítico de la realidad, alguien que mira el mundo que lo rodea como algo que es incapaz de satisfacer todos los anhelos de los que estamos impregnados los seres humanos,” dijo Vargas Llosa.

“Ese tipo de lector,” agregó, “que es un ciudadano crítico del mundo en el que vive, es un ciudadano mucho más difícil de manipular, de engañar que un lector que no ha pasado por aquella experiencia enriquecedora de la sensibilidad y la imaginación a través de la literatura.”

El escritor explicó que en los regímenes autoritarios, con un alto grado de control de sus ciudadanos, lo primero que se ha hecho es establecer mecanismos de censura “para ese quehacer aparentemente tan inofensivo como es el e inventar,” dijo. “No hay dictadura en la historia, sea de izquierda o de derecha, que no haya intentando inmediatamente establecer sistemas de censura para controlar esa operación aparentemente tan inofensiva como soñar con otra vida y convertirla en una realidad pasajera a través de los libros,” expresó.

“Todas las dictaduras han tenido, yo creo, una intuición bastante exacta de una de esas consecuencias que tiene siempre la buena literatura en una sociedad,” señaló el autor, “crear ciudadanos con espíritu crítico, crear ciudadanos a los que la buena literatura ha enseñado que el mundo real está mal hecho, que el mundo real está por debajo del mundo que nuestros anhelos, sueños, nuestros ideales y nuestros deseos quisieran tener.”, enfatizó el Nobel de Literatura 2011.

Y después remarcó: “Una sociedad libre, una sociedad democrática aspira a tener ciudadanos comprometidos con la vida pública, con la vida cívica, que participen activamente en el funcionamiento de las instituciones de toda la sociedad. Y creo que no hay mejor garantía de que una sociedad evoluciones que aquella que está sometida siempre a visión y actitud crítica de parte de sus ciudadanos.”


En otras palabras “Ese es un motor que constantemente nos obliga a revisar lo existente para adecuarlos mejor a nuestras expectativas y a nuestros sueños. Y no existe, yo creo, nada que atice más este mundo de deseos, de insatisfacción, de anhelos que la realidad no puede satisfacer que la literatura,” afirmó.

“Por eso es que yo creo que una sociedad que aspire a ser libre, que aspire a mantenerse permanentemente sometida a una visión crítica, una sociedad por lo tanto expuesta a enmendar sus errores y adecuarse constantemente a lo que son las aspiraciones siempre cambiantes de una comunidad, debe ser una sociedad de lectores de buena literatura.”, dijo el peruano.

viernes, marzo 11

"Este 11 de marzo, a las 11 horas con 11 minutos, el grupo conformado por estudiantes de la UANL, la UR, la UDEM y el Tecnológico de Monterrey, lleva a cabo el primer evento de una serie programada hasta el mes de noviembre con los que se promoverá la unión por la paz a través de acciones de cambio ético y ciudadano." (Portal Informativo)

En este evento, el Dr. Mijares invitó a la comunidad Tec a unir esfuerzos por la paz: No un día, ni una hora determinada, sino hoy y siempre. Reflexión sobre el lugar que México ocupa en el mundo en cultura, en exportación, en un lugar donde los recursos naturales abundan; sin embargo, esto no ha sido suficiente para que logremos tener una cultura de legalidad, de puntualidad, de respeto a todas las personas que habitamos en este país.

Se debe también, comentó, evitar quejarse del gobierno, mientras nosotros mismos no decidamos participar en la vida pública. Además, comentó que es importante mejorar los esfuerzos académicos y extraacadémicos para llevar el compromiso ciudadano al mejor de los éxitos.

Es momento de trabajar por la paz, o mejor dicho: unirse ciudadanamente por la paz ¿Qué opinan?



Para conocer más de este movimiento, visite:
http://www.itesm.edu/wps/wcm/connect/snc/portal+informativo/por+tema/educacion/not%2811mar11%291111 o únete en FB: http://www.facebook.com/unionuniversitaria
La música, la poesía, la cultura y la legalidad se dieron cita el 25 de febrero en la Sala Mayor del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey para celebrar la firma de un acuerdo que defiende los derechos de autor.


El profesor David Noel Ramírez Padilla, Rector del Tecnológico de Monterrey y el maestro Armando Manzanero, Presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) firman el 25 de febrero un acuerdo de colaboración para el pago de los derechos de autor por el uso de obras musicales en presentaciones realizadas por el Departamento de Difusión Cultural en todos los campus.

"La música tiene un dueño. Cuando un compositor hace una canción la hace con la esperanza de que va a vivir... es como un banco... la música es su bono", comentó el maestro Manzanero en una conferencia, previa a la firma, transmitida a todos los Campus del Tecnológico de Monterrey y a las delegaciones regionales de la SACM a través de la señal de la Universidad Virtual del Sistema Tecnológico de Monterrey.

"La canción está de plácemes. Hoy está de fiesta. Cuando se firma un acuerdo con una institución de la envergadura del Tecnológico de Monterrey nos da más realce, fuerza e ímpetu a los compositores", dijo el maestro Manzanero.

Cada semestre 35 mil estudiantes del Tecnológico de Monterrey, es decir el 44 por ciento del alumnado, participa en algún tipo de actividad artística. Tan sólo en el semestre pasado se realizaron 884 representaciones culturales en foros internos y externos, las cuales fueron presenciadas por más de 380 mil espectadores.

"Algo que tenemos muy claro los formamos a nuevas generaciones de mexicanos y mexicanas es tatuar en nuestros alumnos la cultura ética y ciudadana. Es muy importante que todos estemos conscientes de que ser ético si es rentable. Si queremos que en nuestro país tengamos un desarrollo sólido y un mejor mañana de oportunidades para los demás habremos de empezar ante todo con el Estado de Derecho, ante todo con la cultura de la legalidad y sobre todo algo una cultura ética en los seres humanos", señaló el Profesor Ramírez Padilla luego de la firma en la Sala Mayor de Rectoría del Campus Monterrey.

Firmar este convenio que compromete al Tecnológico de Monterrey a pagar las regalías de acuerdo a las condiciones planteadas por la SACM ayuda a que se difunda el mensaje de que al dar su debida retribución a los autores se da un ejemplo de comportamiento ético y de respeto al compositor o autor de cualquier propiedad intelectual, explicó.

También participaron en el evento por parte del Tecnológico de Monterrey el doctor Carlos Mijares López, Vicerrector Académico y el doctor Jesús Enrique Ramos Reséndiz, Director de Asuntos Estudiantiles; y representando a la SACM también estaban su Vicepresidente Ejecutivo, el maestro Martín Urieta Solano; el maestro Felipe Gil Vicepresidente Operativo y el licenciado Roberto Cantoral Zucchi, Director General.

"Más que un convenio se trata de un compromiso de apoyo mutuo y una relación que esperamos poder aterrizar en acciones muy concretas en beneficio de ambas instituciones", dijo el doctor Mijares.

(Nota completa disponible en la liga electrónica)

Referencia
Portal Informativo. INSTITUCIÓN / EDUCACIÓN. AGENCIA INFORMATIVA. AÍDA ORTIZ.

25.02.2011.
"Como investigadores, debemos ser partícipes de la búsqueda de soluciones a las problemáticas de la sociedad. Con este Observatorio de Medios de Comunicación queremos unir fuerzas con los periódicos y las televisoras para poder buscar juntos una cobertura periodística más útil que nos ayude a salir a mediano plazo de esta situación", señala el doctor José Carlos Lozano, profesor titular de la Cátedra de Investigación en Medios de Comunicación, y coordinador de este proyecto junto con el Dr. Francisco Martínez, quien además explicó que la cultura de la legalidad siempre ha sido un asunto relevante, pero ante la creciente inseguridad debe ser un tema imperante y de interés general.

Y para ello, agregó, es conveniente diseñar estrategias que infundan en la gente una mayor conciencia legal, ya que "la proliferación de acciones delictivas no se podría dar en una sociedad que estuviera más consolidada en su cultura de la legalidad, en su respeto a las leyes y en su conocimiento de los marcos jurídicos. Sería más difícil que se desencadenara algo tan amplio y tan profundo, como lo que vivimos", dijo.

Monitoreo de información
La labor del Observatorio consiste en hacer un monitoreo de los principales periódicos y noticieros de televisión de Monterrey, y los dos noticieros nacionales de mayor cobertura: el de Televisa y el de TV Azteca; en particular de las noticias que abordan los temas de narcotráfico, violencia y corrupción.

"Estamos analizando cada una de las noticias para detectar hasta qué punto su contenido promueve o inhibe el desarrollo de la cultura de la legalidad en sus lectores y televidentes", expresó el Dr. Lozano, quien también dirige el Centro de Investigación en Información y Comunicación (CINCO).

Por ejemplo, explicó, "la cultura de la legalidad señala que los ciudadanos deben conocer las leyes. Entonces ¿las notas de los periódicos hacen referencia a esa ley que se está violando y que debería aplicarse, como medida para que el público recuerde que hay una ley que se llama de tal forma y que tiene ciertas características?".

"Otra dimensión de la cultura de la legalidad es que la gente no sólo conozca las leyes, sino que esté convencida de que deben aplicarse. Entonces analizamos si los periodistas en sus notas hacen referencia a la necesidad de atacar la impunidad, de que se apliquen las leyes y se cumplan con los marcos jurídicos vigentes".

Aclaró que no se trata de cuestionar o criticar a los medios, sino de apoyarlos para que tengan diagnósticos e indicadores que les permitan tomar decisiones y mejorar su propia actividad periodística.

El equipo
Un grupo de casi 20 personas integra el Observatorio de Medios de Comunicación, entre profesores-investigadores y alumnos de licenciatura, maestría y doctorado. Todos tienen asignadas diferentes funciones y actividades, como el monitoreo de medios, la capacitación a periodistas, lectores y televidentes.

Los resultados del monitoreo de medios se publicarán mensualmente en una página electrónica, para revelar qué notas están cumpliendo adecuadamente con su labor y cuáles no promueven en sus contenidos la cultura de la legalidad.

"En los próximos meses haremos un diplomado para periodistas en donde les mostraremos los resultados del Observatorio y haremos sugerencias sobre cómo promover la cultura de la legalidad en sus noticias. Luego realizaremos otro diplomado para lectores y televidentes, con el fin de sensibilizarlos hacia lo que deben exigir a los medios y lo que deben tomar en cuenta en su cobertura cotidiana, y así puedan tener un criterio más amplio y no dejarse llevar por el sensacionalismo".

A mediano plazo, la meta es que este proyecto se convierta en un Observatorio de Medios a nivel nacional, y que las autoridades tomen decisiones con base en los resultados del mismo. "En otros países, los congresos, antes de discutir alguna ley, consultan a los expertos y toman decisiones basadas en datos científicos, objetivos y confiables, obtenidos por los observatorios", concluyó.

Referencia
Portal Informativo del Tecnológico de Monterrey. ACADEMIA. Investigación. AGENCIA INFORMATIVA. MICHAEL RAMÍREZ. 21.02.2011.

lunes, marzo 7

Al participar en el Simposio Conciencias Sociales organizado por alumnos del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey, la activista social invitó a los jóvenes a involucrarse y participar para que sean protagonistas de los cambios que quieren y se requieren para México.

“En ustedes está el cambio, de ustedes depende que México llegue a ser lo que ustedes quieran”, dijo la señora Isabel Miranda de Wallace, Presidenta de la Asociación Civil Alto al Secuestro a los alumnos del Tecnológico de Monterrey reunidos el 3 de marzo en el Centro Estudiantil del Campus Monterrey.

La activista social, quien fuera galardonada con el Premio Nacional de los Derechos Humanos 2010, ofreció la conferencia “Desigualdad y cabildeo ciudadano” en el Simposio Conciencias Sociales organizado por las sociedades de alumnos de las carreras de Licenciado en Ciencia Política (LPL) y Licenciado en Relaciones Internacionales (LRI).

“Me da mucho gusto estar en esta universidad. Creo que cualquier casa de estudios es un campo importante, pero también que ahora, más que nunca aquí en Monterrey y en todo el país es muy significativo el Tec de Monterrey, precisamente por lo que vive la ciudad y por lo que ha acontecido en la universidad”, dijo la señora Miranda de Wallace al agradecer la invitación.

Más que crítica, participación
Pidió a los más de 120 alumnos del Tecnológico de Monterrey y de las otras universidades locales que acudieron a la charla, involucrarse para resolver los problemas que aquejan a su comunidad y no cansarse de exigir lo que consideran justo; además los invitó a no cansarse de hacer cosas que ayuden a cambiar las reglas del juego.

La señora Isabel Miranda reconoció que muchos la han descrito como “la vergüenza del Estado”, por ser un reflejo de las fallas estructurales que hay en el país, y representar una voz que refleja las fallas del Gobierno; sin embargo, decidió tomar la misión de no quedarse en un ‘ejemplo de señalamiento”, e ir más allá, poniendo en práctica acciones de cambio.

“La diferencia que hubo en mí a raíz del secuestro y la muerte de mi hijo fue que no me quedé solamente en la crítica. Yo pasé a la acción y gracias a ello pudimos capturar a cinco de sus seis secuestradores y fundamos una Asociación Civil en la que promovemos cambios dentro del contexto social para poder obtener resultados diferentes”, declaró. Así, la referencia que hoy se hace de su persona ha pasado a la de ‘la activista social responsable del cabildeo para la aprobación de la Ley Antisecuestro’.

La incompetencia, corrupción y apatía que fue encontrando mientras buscaba justicia para su hijo, Hugo Alberto Wallace, la motivaron a crear la asociación civil “Alto al Secuestro”, un organismo apartidista, no gubernamental, sin fines de lucro que tiene como objetivo apoyar a las víctimas del secuestro, prevenir el delito y trabajar con la sociedad civil para fomentar la participación ciudadana en la exigencia de resultados a las autoridades.

“En México, si ustedes no están detrás de una averiguación, ayudando, apoyando y aportando, lo más seguro es que se quede en un ejercicio de la acción penal o en que nunca descubran que fue lo que pasó”, dijo para explicar que esto es lo que los ha llevado a proponer reformas a leyes como la del Secuestro o la de Lavado de Dinero.

Adelantó que actualmente trabajan con una organización no gubernamental llamada “México Evalúa” en la que se pugna para que cambien las reglas del juego para los sindicatos de maestros y los invitó a inscribirse a la cuenta de twitter @altoalsecuestro, pues elaboran un proyecto para la creación de una Ley de Participación Ciudadana con la que pretenden tener atribuciones más precisas para pedir rendición de cuentas y presentar cambios.

Reconstrucción del tejido social
La señora Miranda Wallace consideró a la educación como la herramienta más poderosa para lograr los cambios que la sociedad mexicana demanda.

“La violencia, el secuestro y los ilícitos no se van a acabar por si solos, no se van a erradicar por el hecho de tener al Ejército en las calles o a la Policía, ni por tener un mejor armamento. La prevención y el combate al delito se encuentra de manera real y lógica en el tejido social, en el hecho de tener una mejor oportunidad, de tener acceso a las condiciones básicas como casa, sustento, vestido y educación”, dijo la señora Miranda de Wallace.

Detalló que cuando habla de educación no se refiere solo a la educación formal académica sino a la familia, el sentido de pertenencia y los valores. Problema que a su parecer no está siendo atendido por las autoridades que dedican una parte importante de los fondos públicos a la seguridad.

“Nunca como ahora hemos estado más inseguros, eso nos demuestra que estamos direccionando mal los recursos económicos. Tenemos que enfocarlos más hacia una mejor oportunidad para los niños, para los jóvenes pero sobre todo a la regeneración del tejido social”, opinó.

Compartió como ejemplo que para colaborar en la recuperación de la familia y los valores, en Alto al Secuestro están trabajando llevando pláticas a las escuelas llevando a los niños pláticas sobre prevención del delito y hablándoles de los Derechos Humanos y los valores.

“El papel de ustedes es mejorar lo que estamos haciendo, porque lo que hemos hecho hasta ahorita los adultos está muy mal. Les estamos entregando un país violento y sin cultura de la legalidad”, reconoció.

Conciencias Sociales
Conciencias Sociales es el primer simposio organizado por las sociedades de alumnos de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey

El evento, del 3 al 5 de marzo, incluye conferencias como: “El papel de la organización de la sociedad civil en la agenda civil internacional” con la maestra Leticia Lara; “Seguridad ambiental: Un reto para la supervivencia humana”, con la doctora Úrsula Oswald, “Acceso a Redes Sociales ¿Seguridad Nacional o Libertad de Expresión? con la licenciada Gabriela Warkentin; “Human Security Threats Biotechnology: Challenge of the century con el doctor Guy Cardineau e “Iniciativas para proteger los derechos de los migrantes centroamericanos en México” con el obispo Raúl Vera López.

Más información: http://www.conciencias.info/

Referencia
Ortiz, Aída. AGENCIA INFORMATIVA del Tecnológico de Monterrey. 4.03.2011
In lak’ech por la Paz, es un movimiento ciudadano encabezado por Emiliano Salinas Occelli para hacer conciencia sobre la importancia de la organización ciudadana como el medio para terminar con las manifestaciones de la violencia, cada vez más graves y cada vez más extendidas por el país.

“Hoy en día entendemos participación ciudadana como: necesitamos ser mejores para reclamarle a las autoridades; todavía no somos suficientemente buenos reclamadores al gobierno de que no está haciendo bien su chamba; y cómo nos está yendo por eso… por ejemplo, en la Ciudad de México hay 50 mil policías –es por mucho la ciudad donde más policías hay- pero ese número es para una población de 22 millones… no hay nada que la policía pueda hacer por tu seguridad, que no puedan hacer los vecinos… tus vecinos van a poder hacer cosas por tu seguridad que ningún policía ni ningún militar van a poder hacer, si nos organismos…”, así lo señala Emiliano Salinas Occelli, quien con la idea de que solo a través de los ciudadanos organizados se podrá terminar con la violencia que hay en el país, formó la organización In lak’ech por la Paz, A.C.

In Lak’Ech viene del maya, que significa “tú eres mi otro yo”, este nombre se eligió para que las personas se dieran cuenta de que todo lo que hagan a otras, se lo están haciendo a ellas también. Comenzó en el 2008, y hoy ya cuenta con alrededor de 26 grupos en más de 15 ciudades y con 20 programas que coinciden con tres objetivos: Recuperar espacios que se han perdido por el miedo y la violencia; Construir una red de vecinos y Realizar actividades para fortalecer los lazos entre las personas.

“Este es un movimiento de personas—es apolítico, laico y sin fines de lucro—y debe permanecer así para que funcione. Nuestros programas están orientados a construir una ciudadanía fuerte, una sociedad civil organizada, participativa y responsable, que es la base para cualquier cosa que queramos hacer”, explica.

La comunidad como familia
Salinas Occelli señaló que la creación de este movimiento surgió luego de varias preguntas y de varios “veintes” que le cayeron. “¿Qué motiva a una persona a ponerse las pilas y a hacer algo distinto?, ¿por qué a pesar de la situación tan adversa parece que la mayoría de la sociedad civil sigue en un estado de apatía?, y la conclusión fue de que hasta que te llega el agua al cuello no haces algo distinto. Honestamente creo que la única razón por la que alguien hace algo de esta naturaleza, es cuando es una situación personal… no lo haces porque sea una buena idea, porque es un deber cívico, o porque hay la opción de hacerlo, sino cuando algo le pasa a ti o a tu familia, entonces sí te involucras”.

Y agregó que la situación no cambiará hasta que como ciudadanos entendamos que la comunidad también es nuestra familia, “solo entonces cada cosa que le pase a un miembro de tu comunidad va a ser un asunto personal, y no te lo vas a preguntar dos veces para actuar y hacer algo al respecto”, reflexionó.

Para que esto se dé, lo que se requiere, dice Salinas Occelli, es conocer a las personas que forman esa comunidad, vincularse con ella, “mientras no entendamos eso, la cosa solo va a ir peor… todavía tenemos tiempo, pero no sé cuánto… yo no quise esperar a que me pasara algo a mí o quien quiero, y por eso decidí hacer algo, que es este movimiento”.

Ximena Garza, egresada por el Campus Monterrey, es parte de In lak’ech y como otros muchos jóvenes que vinieron a estudiar este campus del Tecnológico de Monterrey –ella es originaria de Coahuila-, lo hicieron admirando la innovación, el liderazgo empresarial, y la calidad de vida que representaba la ciudad. Lo que hoy está en peligro por la violencia que inició hace un par de años.

“Muchos de mis amigos se fueron, pero yo decidí quedarme. Aquí hice mi vida en los 14 años que tengo viviendo en Monterrey, y me topé con In lak’ech, al poner en marcha un proyecto al que denominamos Conoce a Tu Vecino, donde pretendemos que a través de un proceso sencillo, cada persona cree o forme parte de una red para acercarse a sus vecinos, conocerlos y apoyarse mutuamente”, señala Ximena.

El programa se integró a In lak’ech y ahora ya forma parte de los 20 que tiene el organismo y que se busca extender en las ciudades donde tiene presencia. El programa ya tiene éxito y a través del sitio web del organismo se comparten mejores prácticas. “Se trata de poner en práctica sencillos pasos que si se hacen, se puede formar una red ciudadana sólida, con la que se siente el apoyo, que es muy diferente que estar solo… lo hemos hecho y se siente la diferencia en la convivencia”.

La única protección que tiene la sociedad civil son los números
Salinas Occelli asegura que los programas que han puesto en marcha van alcanzando poco a poco conquistas sobre la violencia, ya que los ciudadanos son muchos más que quienes ejercen la criminalidad.

“Es cierto que los delincuentes tienen armas, pero también que la única protección que tiene la sociedad civil son los números… datos de la PGR dicen que hay alrededor de 50 mil personas dedicadas al crimen organizado; supongamos que sean 100 mil, de todos modos hay mil ciudadanos por cada delincuente. Por eso es que digo que la mayor protección que tenemos es el número de personas que queremos vivir en paz, versus el número de personas que quieren vivir con violencia. Entonces un país de 100 millones de personas organizadas, tiene que ser suficiente para poder acabar con la amenaza que esté en unos cuantos miles. No es fácil, y hay riesgos, pero si no hacemos algo y no tomamos riesgos, organizados como ciudadanía, somos patitos de feria” finalizó.

La plática Ciudadanía por la paz impartida por Emiliano Salinas Occelli, Coordinador General del Movimiento INLAK´ECH por la Paz, A.C., tuvo lugar el pasado 3 de marzo y fue organizada por la Universidad Virtual, a través del Programa de Apoyo a los Campus del Tecnológico de Monterrey (PACSI).

Referencia
AGENCIA INFORMATIVA del Tecnológico de Monterrey; 4.03.2011.
Nuestra compañera del Campus Monterrey Liliana González Castillo nos comparte la siguiente editorial de Luis Rubio (escrita el pasado 6 de febrero de 2011 para El Norte)

La imagen es impactante. Dos cerebros de niños de tres años: uno de la mitad del tamaño que el otro. La diferencia: el cerebro grande, "normal", es de un niño que gozó de un buen trato, amor, interacción familiar y estímulos positivos. El cerebro chico es de un niño ignorado, abandonado, que ha crecido en un contexto familiar hostil y que ha sido desatendido y descuidado. La evidencia empírica muestra, en un tono casi freudiano, que infancia es destino: la abrumadora mayoría de las personas que acaban en la criminalidad iniciaron su vida siendo desatendidos e ignorados. De la misma forma, los niños de origen modesto que desarrollan su cerebro de manera normal tienen casi la misma oportunidad que los más privilegiados de hacerla en la vida. El asunto es fundamental.

Las investigaciones que existen sobre estos temas son reveladoras. Un estudio de hace algunas décadas comparó a cientos de familias con niños recién nacidos en un pueblo estadounidense del estado de Michigan. A un grupo le dieron toda clase de apoyos para que los padres supieran cómo estimular el desarrollo de sus hijos, en tanto que a otro lo dejaron seguir su camino como grupo de control. Los resultados de los estímulos tuvieron efectos notables en la forma en que se desenvolvieron los niños en los años subsiguientes. A partir de ese estudio seminal se vino una avalancha de investigaciones cuyos resultados fueron tan convincentes que la policía de Escocia decidió dedicar atención especial al desarrollo de los bebés a partir de su nacimiento como medida preventiva de la criminalidad posterior, en tanto que algunos estados norteamericanos utilizan el índice de desarrollo de los niños como factor predictivo del número de cárceles que sería necesario construir para cuando lleguen a ser adultos.

En uno de los muchos estudios, una fundación ofreció una beca para la educación de cada uno de los niños recién nacidos en una localidad. El otorgamiento de una beca por el mero hecho de haber nacido parecía carecer de toda lógica y racionalidad. Algunas universidades criticaron el esquema porque lo consideraron excesivo: por qué no mejor becar a los estudiantes que ya habían sido aceptados en las universidades, con la lógica de que éstos ya habían sido evaluados y tendrían una elevada probabilidad de concluir sus estudios. A pesar de la obviedad de este planteamiento, el propósito del estudio, y del financiamiento de que vino acompañado para las becas, procuraba invertir la ecuación. Su objetivo era probar si la disponibilidad de becas atraía a las instituciones gubernamentales de salud y a las organizaciones de la sociedad civil a atender a esos niños y crear condiciones para que pudiesen ser exitosos dado que la vida les había puesto un tapete rojo desde el día de su nacimiento. Los resultados fueron espectaculares: no sólo mejoraron los servicios de la localidad, sino que la atención que diversas organizaciones e instituciones le confirieron a esos niños cambió radicalmente el perfil de éxito de los que gozaron de becas en comparación a los de generaciones previas que no habían tenido semejante incentivo.

El mensaje parece evidente: una atención idónea a los niños recién nacidos provoca el desarrollo de niños sanos, susceptibles de ser exitosos en la vida. Visto en sentido contrario, los niños que no se desarrollan de manera normal tienen una extraordinaria propensión a acabar su vida en la criminalidad y (en países serios) en la cárcel.

Cuando conocí por vez primera de estas investigaciones y de los resultados a los que llegaban recordé el famoso prólogo de la autobiografía de Bertrand Russell. En uno de sus párrafos dice: "El amor y el conocimiento, en la medida en que ambos eran posibles, me transportaban hacia el cielo. Pero siempre la piedad me hacía volver a la tierra. Resuena en mi corazón el eco de gritos de dolor. Niños hambrientos, víctimas torturadas por opresores, ancianos desvalidos, carga odiosa para sus hijos, y todo un mundo de soledad, pobreza y dolor convierten en una burla lo que debería ser la existencia humana. Deseo ardientemente aliviar el mal, pero no puedo, y yo también sufro".

¿Cuántos de los niños de que habla Russell, de los males que caracterizan al mundo y, en nuestro caso, de la violencia y la criminalidad se derivan de una infancia inicial de abandono, desatención o, peor, desprecio? ¿Cuántos de los sicarios de hoy fueron niños no deseados, abandonados o vejados? ¿Cuántos de los criminales, secuestradores y extorsionadores fueron ignorados por sus madres desde el día en que nacieron? ¿Cuántos niños de familia pobre podrían transformar su vida a través de la educación? Si lee uno los resultados de las investigaciones sobre estos temas, la respuesta salta a la vista.

Las implicaciones de investigaciones realizadas por diversos grupos de neurocientíficos así como economistas dedicados a estos temas difícilmente podrían exagerarse. De acuerdo con estas investigaciones, el costo para la sociedad de no atender este tema como un asunto prioritario de salud pública es mucho mayor a la larga. El costo de atenderlo se mide en apoyos relativamente modestos, educación para las madres, convocatoria a organizaciones caritativas y no gubernamentales para que enfoquen sus baterías en esta dirección e incentivos para que la sociedad reconozca y actúe al respecto. El costo monetario es relativamente menor. En sentido contrario, el costo de no atenderlo se puede observar en lo que hoy vivimos: criminalidad, violencia, secuestro y todo lo que esto implica para las personas y empresas en pérdidas materiales y humanas, baja disponibilidad de empleos, costos de seguridad y, por sobre todo, el desánimo generalizado que sobrecoge a la sociedad mexicana. La oportunidad perdida es inmensa.

A lo largo de las décadas, los gobiernos han emprendido diversas campañas orientadas a resolver problemas específicos. Así fue el caso de enfermedades como polio y paludismo, y más recientemente, el tabaquismo, el sida y el cáncer cervicouterino. La racionalidad de aquellas campañas ha sido obvia: se trata de males que, atendidos desde su inicio, pueden transformar a la sociedad entera, sobre todo porque existen soluciones, en algunos casos una vacuna, en otros un cambio en el comportamiento; una vez que la sociedad asume la solución como suya, el problema desaparece junto con los costos para las personas, sus familias y la sociedad entera. El tema de la desatención de los niños recién nacidos amerita colocarse en ese mismo nivel de prioridad.

Para más información viste el CIDAC (http://www.cidac.org/) o la semblanza del autor (http://luisrubio.mx/aboutsemblanza.html)

miércoles, marzo 2

Nuestro compañero Marvin González Vázquez nos comparte este editorial de Josefina Leroux, publicado en El Norte el pasado 24 de febrero de 2011. Es una invitación a pensar y a educar...
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Somos un pueblo dócil y sometido porque no leemos, porque no pensamos. Desconfiamos de todos, pero creemos ciegamente en algunas voces con poder; cómo no, si México es un pueblo con nueve años de educación formal, pero con siglos de dictaduras de conciencias.

En el siglo 21 el autoritarismo y la manipulación siguen ejerciéndose para hacer creer, prohibir pensar, sentir y hasta imaginar. Lo peor es que la mayoría no se da cuenta.

Las ideas se repiten hasta el cansancio sin un ápice de reflexión. Mucha gente no sabe pensar, como si fuera un acto de enorme dificultad. Se habla de la necesidad de innovación y de creatividad para progresar, sin advertir que esa facultad es el acto mismo de pensar, decía el psicólogo y pedagogo estadounidense John Dewey.

Pero la educación misma en México pareciera confabularse contra el acto de pensar. Los alumnos deben aprender las lecciones de memoria; si en el examen no responden lo que dijo el maestro se les califica como si fuera un error, aunque la respuesta del alumno contenga más sensatez que la del mismo profesor.

El periodista Carlos Loret de Mola produjo hace poco un cortometraje sobre educación en el que se pregunta a niños y niñas qué van a ser de grandes. Con toda la precocidad y lenguaje que caracteriza a los infantes posmodernos, una pequeña riendo ante la cámara respondió: "seré adulta, estúpida, pend...". Con mucha razón esa chiquilla se da cuenta, a sus 9-10 años, que los "grandes" poco o nada reflexionan o dialogan, pero mucho discuten y prohíben.

Pero ¿cuál es la importancia de aprender a pensar?, ¿cuál es el afán de complicarse la vida?, me preguntaba una señora después de salir de una reunión de padres de familia en la escuela en la que se les convocaba a leer con sus hijos, a contarles cuentos, reflexionarlos con ellos.

La ausencia de pensamiento es el caldo de cultivo para mantener relaciones de poder y ejercer la explotación y la violencia.

Las niñas y niños que no aprender a pensar serán usados y manipulados, tendrán baja estima y les será muy difícil desarrollarse. Aun sabiéndolo, los estudiantes mexicanos salieron deficientes en comprensión de lectura y en matemáticas en la prueba PISA que evalúa la educación en el mundo.

¿Por qué al Estado no le ha interesado mejorar la educación, enseñar a pensar? Los jóvenes pensantes son preguntones, curiosos, rebeldes, exigen, demandan, piden respuestas. Quienes leen tienen alas. Pero si no la escuela, las dan los libros, la internet. Sin importar la edad, se puede aprender a pensar leyendo, dudando, reflexionando por qué alguien dice algo, por qué otro opina diferente, qué hay detrás de las versiones de cada uno...

¿Por qué la gente no lee? En México se leen uno y medio libros al año en promedio. Según la Cámara Nacional de la Industria Editorial, en 2004 un libro en promedio costaba 49 pesos, y existen escasas bibliotecas. Un reporte de la ONU de 2006, indica que México ocupó la posición 107 de 108 países enlistados en cuanto a hábitos de lectura. De acuerdo con ese índice, Japón ha desarrollado el hábito de la lectura entre el 91 por ciento de su población, pero en México sólo el 2 por ciento de la población lee.

Los mexicanos tienen fama de ingeniosos, pero les falta conocimiento y habilidades del pensamiento para evolucionar. No es indispensable ir a la escuela para aprender a pensar; quien lea habitualmente puede iniciar la aventura jamás imaginada.

El Consejo de la Comunicación, organismo fundado en México hace más de 50 años, ha iniciado junto con la SEP una campaña denominada "Leer para Aprender". Este Consejo busca activistas para mantener vigente su misión. ¿Quién se apunta? Por lo pronto hemos visto a actrices y actores en la TV invitando a leer. Usted puede formar un club de lectura en su familia, en su trabajo, entre amigos.

Si aprender a leer y a pensar se convirtiera en una meta en la agenda nacional, en un reto de las familias, México podría ser en 10 años uno de los países más prósperos del mundo. Quizás antes.
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